Su rostro, su silueta, sus festejos continúan omnipresentes en cada homenaje alrededor del mundo. Ecuador no es la excepción.

Lunes 30 de noviembre de 2020.- ¡Sigue vivo! Su rostro, su silueta, sus festejos, continúan omnipresentes en cada homenaje alrededor del mundo.

En cada entrada en calor al ritmo de Live is Life, la canción de Opus que Diego Maradona inmortalizó bailando y haciendo jueguitos en Alemania con el Nápoli en la Copa UEFA 1988/89.

O en aquella conmovedora celebración de Lionel Messi con la misma camiseta de Newells que Maradona usó contra Emelec en 1993.

El corazón del Diez sigue latiendo en cada jugador que le rinde tributo, como el atacante guayaquileño Vinicio Angulo, que fue dirigido por Maradona el año pasado en Dorados de Sinaloa y celebró su gol, el primero de la victoria 2-1 de su equipo, Liga de Portoviejo, ante Universidad Católica, mostrando una camiseta con el rostro del Pelusa.

Un tributo a la vida

La cara del genio del fútbol mundial también apareció este fin de semana en la camiseta de los jugadores argentinos de Aucas y en la banda de capitán de Damián “Kitu” Díaz, el número 10 de Barcelona Sporting Club. Fueron muchas las demostraciones de respeto y afecto hacia Diego Maradona.

En su memoria se detuvieron todos los partidos de la LigaPro al minuto 10 para brindarle un sentido minuto de silencio.

Lo mismo se hizo antes del inicio de los cuartos de final del Play-off del Campeonato de Segunda Categoría y se lo hará en las semifinales de la Superliga de Fútbol Femenino.

Es que Maradona enseñó a generaciones enteras a amar el fútbol en una época en la que Ecuador aún no clasificaba a los mundiales y había que hinchar por Argentina, Brasil o Uruguay.

En las Manos de Dios

Era lógico que después de tanta magia derrochada en México 86’ entre gambetas, goles memorables y hasta una Mano de Dios, Maradona dejara de ser patrimonio exclusivo de los argentinos y pasara a ser un orgullo, una bandera universal, como Pelé, Beckenbauer, Cruyff.

Pero con varias características diferenciadoras que hacían ver al genio como un mortal más: Maradona era irreverente, rebelde, poco convencional.

Era capaz de insultar ante los ojos del mundo entero a los que le silbaban el Himno en Italia 1990; pero también de dar un gran ejemplo de superación y pundonor al llevar a su equipo a una final con el tobillo en la miseria y contra todo pronóstico.

Lo excelso de su juego podía elevarlo hasta el cielo, pero también bajaba a los infiernos por sus debilidades y excesos. Esa dicotomía también lo hizo eterno. Porque el pueblo se identifica con quien vive, padece y sufre sus propias angustias, sus más profundos tormentos.

Por eso lo lloraron en Nápoles, Buenos Aires, Dubai, Sinaloa, Barcelona, Sevilla y el mundo entero. Porque en cada lugar donde pasó dejó huellas.

El efecto Maradona en Ecuador

Maradona llegó a Ecuador por primera vez con Argentinos Juniors el 18 de febrero de 1979, a los 18 años, para enfrentar a Liga Deportiva Universitaria de Quito en un amistoso que los albos ganaron 7-0 en el Olímpico Atahualpa.

Por aquel entonces, Diego era la figura más prometedora de Argentinos Juniors, club con el que había debutado profesionalmente el 20 de octubre de 1976, a los 15 años; pero aún estaba lejos de imaginar que sería campeón del mundo a nivel juvenil en septiembre de 1979 y absoluto en México 1986.

El 26 de enero de 1980 volvió con Argentinos Juniors para jugar otro amistoso, esta vez contra Barcelona Sporting Club; empataron 2-2 en el Modelo.

Maradona enfrentó nuevamente a Barcelona en un amistoso el 20 de diciembre de 1981 en el estadio Modelo Guayaquil, pero ya jugaba para Boca Juniors: los locales ganaron 3-2.

El Diego ante La Tri

Enfrentó dos veces a la Selección Ecuatoriana de Fútbol: una como jugador y otra como técnico; en ambas perdió, pero su presencia fue siempre un suceso.

La primera vez fue el 24 de mayo de 1994. Argentina se preparaba para el Mundial de Estados Unidos 1994 y perdió 1-0 ante Ecuador en el estadio Monumental, con gol de Byron Tenorio.

Luego volvió como comentarista el 2 de junio de 1996, el día que Ecuador venció por primera vez a Argentina en las Eliminatorias Sudamericanas, con tantos de Alberto Montaño y Eduardo Hurtado.

Y la última vez que estuvo en suelo ecuatoriano fue el 10 de junio de 2009, en calidad de director técnico de la selección Argentina, que cayó 2-0 ante Ecuador por las Eliminatorias a Sudáfrica 2010, con anotaciones de Walter Ayoví y Pablo Palacios.

Su recuerdo está vivo. Diego Maradona continúa gambeteando rivales, sorteando adversidades y endulzando almas en pena. Así será mientras haya vida y existan las leyendas.

Maradona en Ecuador

FechaPartido y resultadoPartidoEstadioFunción
18 de febrero de 1979LDUQ(7) vs Argentinos Juniors (0)AmistosoAtahualpaJugador
26 de enero de 1980Barcelona (2) vs Argentinos Jrs (2)AmistosoModeloJugador
20 de diciembre1981Barcelona (3) vs. Boca Juniors (2)AmistosoModeloJugador
24 de mayo de 1994Ecuador (1) vs Argentina (0)AmistosoMonumentalJugador
2 de junio de 1996Ecuador (2) vs Argentina (0)EliminatoriasAtahualpaComentarista
10 de junio de 2009Ecuador (2) vs Argentina (0)EliminatoriasAtahualpaDT

Estadísticas: Aurelio Dávila Egüez

Redacción: Fabricio Zavala García – Coordinador de Comunicación FEF

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