Ante un fallo arbitrario del TAS, que desconoce los más elementales principios jurídicos universalmente aceptados, y ante el riesgo de sufrir nuevamente injustas sanciones, la Federación Ecuatoriana de Fútbol se ve en la obligación de no incluir al jugador Byron Castillo Segura en la lista final que ha sido presentada a FIFA.

Para nadie ha sido fácil el proceso que como institución hemos tenido que atravesar, y menos aún para nuestro jugador, quien es parte de esta familia que llamamos La Tri.

Todos los hechos relacionados con el caso fueron conocidos por los jueces ecuatorianos, quienes en cuatro oportunidades le dieron la razón al jugador, siendo ellos las únicas autoridades competentes en nuestro país para dirimir esta controversia. Cada uno de los actos de la FEF se ha realizado respetando precisamente lo que nuestro sistema jurídico dispone, obedeciendo las decisiones de las autoridades judiciales y administrativas, las que como federación estamos obligados a acatar, más cuando están en juego derechos fundamentales del jugador.

Incomprensiblemente, el mismo fallo del TAS – que reconoce la elegibilidad del jugador – siembra ilegítimamente una duda respecto del contenido de su pasaporte que  podría poner en riesgo, no solo el avance de la selección en este mundial, sino incluso comprometer su participación en la siguiente edición, en virtud de las sanciones que, sin fundamento jurídico alguno, han sido impuestas a la FEF.

Aunque hoy nuestra atención está en el Mundial de Qatar, nuestro compromiso es agotar todos los recursos que el derecho nos conceda para demostrar nuestro correcto proceder y reparar esta injusta y dolorosa situación, sea cual sea el foro en el que debamos hacerlo.

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