El director técnico de Ecuador vive a plenitud los días previos al partido con Uruguay; destaca el talento de los jugadores jóvenes y se apoya en la experiencia de los referentes en la búsqueda del objetivo Qatar 2022.

Domingo 11 de octubre de 2020.- “Estaba feliz cuando tomé este cargo y lo estoy mucho más ahora que tengo la oportunidad de convivir y compartir con los jugadores, de transmitirles mis pensamientos e ilusiones. Ojalá que el destino nos dé la derecha en la búsqueda de lo que estamos intentando. Siento que tenemos una Selección muy joven; lo hablaba hace un rato con Christian Noboa. Y le dije que siento la necesidad de que los muchachos más grandes me tienen que ayudar en la cancha con la formación de los jugadores más jóvenes”.

El que habla con la soltura y candidez de quien se toma un café con amigos en la mesa de un restaurante es Gustavo Alfaro, por más que el diálogo sea en conferencia de prensa virtual y sepa que sus declaraciones se expandirán por todo el planeta fútbol en cuestión de segundos.

“Ecuador cuenta con una generación de jugadores jóvenes extraordinaria; desde el muy buen trabajo que está haciendo Jorge Célico en las formativas y muchos clubes en las inferiores. De esa manera nutren a la Selección Mayor, donde tenemos jugadores de 23 años hacia atrás. Si jugamos el Mundial, ellos tendrán 24 o 25 años. Ecuador está ante un futuro hermoso y vivirlo desde adentro me genera mucha alegría”.

Talento, convicción y sentimiento

El director técnico de Ecuador vive a plenitud este inicio de Clasificatorias al Mundial Qatar 2022 y se nota en cada una de sus frases: “Tengo jugadores que me permiten emplear diferentes módulos, sistemas y estrategias de partidos”.

“Ecuador cuenta con muchos argumentos para sustentar su ilusión de poder ganarle a Uruguay, como a cualquier otra selección. Si bien estamos en un proceso de conocimiento mutuo con los jugadores, no hay tiempo para ensayar, no hay conclusiones muy válidas para sacar en la previa de un partido. Aquí lo que cuenta es el talento, convicción y compromiso de este plantel de jugadores que tienen claro cuál es su sentimiento por la Selección”.

Las claves para vencer a Uruguay

Considera a Uruguay un rival difícil, más allá de los nombres propios, por el tiempo que vienen jugando juntos los pupilos del técnico Óscar Tabárez.

“Hay que imponer condiciones, pero eso no es sencillo cuando tienes enfrente un equipo que tiene un conocimiento absoluto de sus fortalezas”.

Entonces, ¿cómo le podemos ganar Uruguay? “Trataremos de hacer un partido acorde a las circunstancias, sabiendo que es un rival muy difícil y que juega muy bien. Debemos tener claridad conceptual para jugar de la misma manera que jugamos ante Argentina. Porque enfrente tendremos un rival que, si le damos ventajas, nos puede llegar a dañar. Debemos hacer un partido intenso y permanente para quedarnos con la victoria”.

La altura no es decisiva

Sostiene que la altura es “un factor que se siente, pero no es decisiva” y que depende de la capacidad del equipo “saber administrarla a su favor”.

Está convencido que la jugada entre Pervis Estupiñán y Lucas Ocampo no fue penal. Se emociona cuando habla del hermoso camerino que se ha diseñado especialmente para la Selección en el estadio Rodrigo Paz Delgado: “¡Eso motiva a los jugadores! Porque el vestuario luce extraordinario y tiene nivel de Europa”

Un grupo comprometido

Alfaro ha podido palpar el compromiso del plantel dentro y fuera de la cancha. Quizá por eso, con la misma soltura y candidez de quien se toma un café con amigos, habla de alegrías y mística ante los micrófonos de los medios y la atención de todo un país: “Los chicos que fueron convocados por primera vez están transitando una alegría enorme. Si queremos crear una mística de Selección, quiero jugadores que sean fanáticos de la Selección y honestamente veo un grupo de jugadores muy comprometidos”.

Departamento de Comunicación FEF

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